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Historia

Foto del escritor: Sargento YiyiponSargento Yiyipon


La Tropa del Sargento Yiyipon

LA TROPA SE ENSAMBLA

Desde mucho antes de convertirse en militar, el Sargento Yiyipon soñaba con tocar en los grandes escenarios la música que le gustaba y, con su guitarra, expresarse. Aunque sigue sirviendo como militar, todo su tiempo libre lo dedica a perseguir ese sueño musical que siempre lo ha acompañado. Durante una de sus misiones, habiendo recopilado muchos objetos curiosos, encontró un aparato grande y extraño que resultó ser un prototipo de máquina para viajar en el tiempo.

Decidió entonces buscar los inicios del rock, ya que es el género que más le apasionaba. Sin embargo, esta máquina aún no funcionaba correctamente, pues era un prototipo. Decidió, como pudo, arreglarla. Creyendo haberla hecho funcionar, y con la emoción de conocer a tantas celebridades fallecidas y los inicios del rock, se aventuró a poner en marcha esta máquina del tiempo.

Una serie de fallos sucedieron: chispazos y ruidos indicaban que no todo estaba bien, pero a él no le importó. Pensando que regresaría en el tiempo, tal vez a la época del rockabilly o del rock and roll, terminó en la prehistoria. Después de hacer mil rabietas de coraje y desesperación, al patear la máquina y golpearla varias veces, escuchó música. Le parecía oír algo como un bajo y unos tambores: "tum, tum, tum". Al asomarse entre los matorrales, vio algo así como un dinosaurio de cabeza rosada y con brazos largos que tocaba una especie de guitarra mientras con sus pies hacía percusiones. Los lentes del Sargento brillaron de asombro. ¿Acaso este sería el inicio del rock?

Al acercarse, el Sargento aun mareado por el viaje en el tiempo, no atinaba a hilar ideas y solo repetía: “¡Estoy impresionado! ¡Tocas la guitarra! ¡He viajado en el tiempo!” una y otra vez, mientras manoteaba para intentar darse a entender. Lenny se asustó y corrió. El Sargento supuso que el Dinosaurio no había entendido lo que le dijo.

Decidido a encontrarlo y comunicarse con él, el Sargento lo vio tocando en otro lugar una especie de guitarra que sonaba como bajo y haciendo percusiones con sus pies. Decidió tocar su guitarra (la cual llevaba consigo para que fuera firmada por sus músicos favoritos) y al empezar a tocar juntos, comprendieron que la música era el lenguaje más universal de todos. Así fue como conoció a Lenny Starr.

Después de horas de jammeo y risas, se entendían y congeniaban. A través de señas y música, el Sargento invitó a Lenny a que regresara con él a su tiempo y que formaran una banda juntos. Lenny accedió. Sin embargo, la máquina del tiempo tenía más averías por las rabietas del Sargento. Lenny, siendo muy inteligente, logró hacer que la máquina funcionara y viajaron de nuevo en el tiempo. Esta vez, nada fue como esperaban. Aunque Lenny no tenía idea de a dónde iban, no le causó sorpresa ver felinos en las calles caminando y desempeñándose como seres humanos: en casas, motos, carros y trabajos. Habían viajado al futuro lejano donde los gatos dominan la tierra.

El Sargento no entendía qué pasaba ni dónde estaba. Todo dejó de importarle cuando vio a un gato en una esquina tocando la guitarra por unas monedas. Lo curioso es que no tocaba música de la época, sino canciones que el Sargento reconocía. Junto con Lenny, comenzaron a tocar juntos. De la cara triste del gato salieron sonrisas y tocaron durante horas. Así fue como conocieron al gato James Starfield, quien con el conocimiento de la tecnología de su época logró reparar la máquina del tiempo, que parecía no funcionar bien. Así, el Sargento, Lenny y James regresaron juntos al lugar y al momento en que comenzó el viaje.

Aunque al inicio el viaje no salió como el Sargento lo hubiera querido (ya que no había conocido a sus artistas favoritos ni obtenido sus autógrafos), el Sargento Yiyipon estaba emocionado ya que ahora él sería quien firmaría los autógrafos. Su banda sería famosa en todo el mundo.

Ese mismo día, ensayando los 3 en el garage del Sargento, fueron interrumpidos abruptamente por algo que cayó del cielo: un extraterrestre llamado Ismael Farrokh, proveniente del planeta Saturno, quien al venir a la Tierra quiso tomar un descanso y aterrizó su nave en el ala de un avión, que al cambiar de curso, ocasiono que Ismael y su nave cayeran sobre el garage del Sargento, destruyendo algunos instrumentos, incluyendo el bajo de Lenny Star y la guitarra de James Starfield.

Esta caída, sin embargo, resultaría beneficiosa para la banda, pues descubrirían a su nuevo baterista. La nave quedó casi destruida e Ismael, inconsciente. Todos se apresuraron a prestarle ayuda, pero no sabían cómo reanimarlo. El Sargento de inmediato, lo subió a su camioneta, cubriéndolo con unas lonas para llevarlo llevó al Área 51 y justo antes de comunicar el hallazgo de vida extraterrestre, Ismael despertó. Con sus poderes psíquicos, le quitó el habla al Sargento y le propuso que le regresaría la voz cuando lo integrara a su banda y lo hiciera famoso con su instrumento favorito, la batería.

El Sargento accedió y ya de vuelta en su casa, al tocar la batería por primera vez, Ismael hizo que en la banda despertara aún más la pasión de hacer música. Ahora, la banda tenía dos guitarristas (el Sargento Yiyipon y el gato del futuro, James Starfield), un bajista (Lenny Starr) y un baterista (Ismael Farrokh).

Mientras tanto, en el garage de la casa del Sargento, la nave de Ismael, al caer, había causado la destrucción de la máquina del tiempo. Al recibir el choque eléctrico, junto con la tecnología extraterrestre y los ajustes de Lenny y James, se provocó una apertura entre tiempo y espacio, dando pie a un portal dimensional por el cual apareció Arnulfo Cornejo, un ser multidimensional.

Arnulfo, deprimido y cansado, buscó un sillón y se acostó. Al escuchar ruidos, el Sargento, junto con James y Lenny fueron a investigar y encontraron al humanoide con orejas de conejo y una vestimenta sencilla. Sin saber qué o quién era, se acercaron a despertarlo. "¡Déjenme en paz!", dijo Arnulfo, descubriendo la banda que tenía voz y tal vez podría cantar con ellos.

Emocionados, prepararon todo inmediatamente. El Sargento tenía más instrumentos, amplificadores y micrófonos, ya que le encantaba la música. Empezaron a rockear y Arnulfo despertó por el ruido, se acercó a donde ensayaban y preguntó qué era todo eso. Nadie supo explicarle con palabras, pues un dinosaurio, un gato y un Sargento sin voz no podían comunicarse fácilmente. Así que comenzaron a tocar una canción y Arnulfo, al entender las señas, tomó uno de los micrófonos y empezaron a jammear juntos.

Así empezó la historia de la banda… y ahora viven el sueño de tocar en los grandes escenarios expresando/rockeando historias y sentimientos a través del único lenguaje universal: la música.

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